La energía especial de las pirámides pitagóricas

1.- Introducción

Hasta hace poco mis mediciones de energía sutil sobre maquetas de pirámides se habían limitado a un esqueleto de la Gran Pirámide, y a un tetraedro y un semi-octaedro regulares. En todas ellas se observó una emisión de onda de forma Verde Negativo Eléctrico (V-E) por el ápice, acompañada de una componente vital negativa que equivaldría a lo que Wilhelm Reich denominó energía DOR u orgón mortal. En el caso de la maqueta de la Gran Pirámide, esta emisión V-E nociva está presente también en las perpendiculare de cada lado. Ello significa que si tenemos una maqueta de este tipo en casa, estará emitiendo contínuamente energía nociva al ambiente. Por contra, en la vertical de su interior se mide una componente Verde Negativo Magnético (V-M), aproximadamente a 1/3 de su altura, que es beneficiosa para la salud (véase la referencia [1] para las propiedades de este color) y además va acompañada de una componente vital positiva (energía orgón) (Figura 1).

Instrumentos de trabajo
Figura 1: Emisión de ondas de forma medidas en un esqueleto de la Gran Pirámide construido a escala: se observa una onda Verde Negativo Eléctrico (V-E) por la perpendicular de cada lado de la base, así cómo por el ápice, acompañada de una componente vital negativa (energía DOR). En el interior se mide una onda Verde Negativo Magnético (V-M) aproximadamente a 1/3 de altura.

 

A la vista de estas observaciones, yo no dejaba de cuestionarme ¿Y todas las pirámides emiten una onda forma V-E por su ápice? Con esta pregunta en mente, recientemente me topé con la siguiente descripción del uso de una pirámide muy especial para la purificación de esencias florales. En el capítulo IX del libro “Esencias florales y sanación vibracional” escrito por Gurudas [2] se sugieren diversos métodos para “mejorar la fuerza vital y amplificar los efectos de las esencias florales. Estas técnicas de amplificación no son esenciales, pero los resultados clínicos [de las esencias] mejoran con su uso”:

“La relación de los patrones o formas geométricas con la conciencia es un tema muy complejo. Cada patrón geométrico tiene poder terapéutico siendo la pirámide la más importante. Las pirámides, los cristales de cuarzo y, en menor medida, los imanes, amplifican el pensamiento y regeneran aquello con lo que entran en contacto. Esto es particularmente cierto con cualquier forma de remedios vibratorios.

El uso de una pirámide con cristales de cuarzo y imanes a su alrededor, como se muestra en la Figura 2, es una forma poderosa de amplificar las esencias florales. Los ángulos de base de la pirámide deben ser de 62 grados. Un ángulo de la pirámide debe apuntar hacia el norte magnético. Esto alinea adecuadamente la pirámide con las energías magnéticas de la tierra.

El mejor material para usar en la construcción de una pirámide es el oro y luego la plata, pero debido a que estos son caros, el cobre es el tercer mejor metal generalmente sugerido. Se pueden usar otros metales e incluso madera, pero no funcionarían tan bien. El aluminio o el plástico nunca deben usarse porque son tóxicos para la salud.

El tamaño real de la pirámide generalmente puede variar dependiendo de la preferencia y lo que se va a poner bajo ella; sin embargo, una base de ocho pulgadas como mínimo es lo mejor. En la construcción de una pirámide, si se utiliza pegamento, solo se debe usar un pegamento natural no químico como el pegamento de sílice. La pirámide puede estar completamente cerrada o ser de diseño esquelético.

El cristal de cuarzo es una forma cristalina del elemento sílice [...] El cuarzo blanco o claro es el tipo más puro y poderoso. Para este trabajo, utilíce cuarzo claro, geométricamente proporcionado y de una punta, en lugar de varios trozos pequeños. Coloque el cuarzo en los cuatro lados de la pirámide. Se pueden colocar pequeños trozos de imán en los cuatro ángulos de la pirámide en forma de herradura. Lo mejor es que sólo los imanes positivos y negativos se enfrenten entre sí. Si bien es aconsejable usar imanes, si uno no lo hace, las piezas de cuarzo deben colocarse enlos ángulos en lugar de a lo largo de los cuatro lados.”

Instrumentos de trabajo
Figura 2: Reproducción del esquema de Gurudas sobre el uso de una pirámide para purificar y amplificar el efecto de las esencias florales. El efecto de la pirámide se potencia poniendo un cuarzo claro de una punta en cada lado de la base y un imán en cada esquina. La inclinación óptima sugerida para los lados de la pirámide es de 62 grados [2].

 

Tras leer estas líneas, lo primero que hice fue añadir cristales de cuarzo y imanes a los dodecaedros que uso para energetizar y purificar líquidos y alimentos en casa. Pero inmediatamente después me asaltó la curiosidad: ¿Y por qué utilizar un ángulo de base de 62 grados, en lugar de los 51.8 grados de la Gran Pirámide? Entonces fue cuando me puse manos a la obra a construir un esqueleto de pirámide de esas proporciones para medir su energía. 

En el resto del artículo os mostraré como las dimensiones de esta pirámide están directamente relacionadas con los triángulos pitagóricos exactos, cómo ello cambia la energía en el interior y el exterior de la pirámide, y qué otras proporciones podrían ser óptimas para potenciar este efecto.

2.- La energía de la pirámide de 62o

Para construir la maqueta de la pirámide y poder experimentar con varias medidas, se me ocurrió utiizar palos de pincho y pegamento moldeable de goma. Las mediciones de la componente física de las ondas de forma las realicé con el Péndulo Universal. Para medir las componentes sutiles (vital y espiritual) se puede usar un péndulo hebreo como describí en el anterior artículo. Pero en esta ocasión utilicé un péndulo neutro (Figura 3):

Instrumentos de trabajo
Figura 3: Instrumentos de trabajo para llevar a cabo esta investigación: a la izquierda el péndulo neutro de madera, con los nudos sugeridos por Jean de la Foye [3,p.68] para medir las componentes sutiles de las ondas de forma; a la derecha el Péndulo Universal, y en el centro los palitos de madera y el pegamento de goma moldeable.

 

Siguiendo las indicaciones de Jean de la Foye [3, p.68], si se le hacen tres nudos llamados "de paro" se pueden medir la componente física, vital y espiritual sujetando el péndulo por cada uno de esos nudos (Figura 4). Cuando el péndulo gira en sentido contrario, la componente en cuestión es perjudicial para la salud (por ejemplo si este péndulo neutro gira al revés en el nudo "vital", estamos ante una radiación orgónica tipo DOR).

(a)

(b)

Figura 4: Un péndulo neutro con tres nudos de paro permite medir las tres componentes de las ondas de forma: física, vital y espiritual. Es un método equivalente al uso del péndulo hebreo que describimos en el anterior artículo (figuras reproducidas de [3]).

 

En la siguiente figura se muestran de forma comparativa las maquetas construidas de la Gran Pirámide, de la pirámide de 62 grados, y de la pirámide pitagórica de 67.38 grados:

maquetas de la gran piramide y dos piramides pitagoricas
Figura 5: Maquetas de la pirámide de 62 grados (centro), la Gran Pirámide (derecha), y la pirámide pitagórica de 67.38 grados (izquierda). 

 

Al realizar las medidas sobre la pirámide de 62 grados, obtuvimos el resultado que se muetra en la Figura 6: por un lado se observa que la emisión de ondas de forma por el ápice y los lados de la base de la pirámide ya no es nociva, y combina los colores Violeta (V) y Verde Positivo (V+). Y por otro lado, este mismo tipo de energía se concentra en la vertical interior de la pirámide en al menos dos alturas aproximadamente equidistantes. Además, en todos los casos se observa la presencia de la componente de energía espiritual.

Instrumentos de trabajo
Figura 6: Emisión de ondas de forma medidas en un esqueleto de pirámide de 62 grados de inclinación: energía vital positiva por el ápice y todos los lados de la base, con las componentes físicas Verde Positivo y Violeta. La misma energía parece concentrarse también en dos puntos aproximadamente distantes de la vertical interna. Como veremos más adelante, esta energía parece que se produce en aquellas pirámides que contienen una terna pitagórica exacta, que yo he convenido en llamar pirámides pitagóricas.

 

Las propiedades terapéuticas de las ondas de forma de color Verde Positivo y Violeta son las siguientes [1]:

Violeta:

- Es el color de protección por excelencia, ya que sella, regenera y protege.

- A nivel físico es un color regenerdor y relajante.

- Relaja el pensamiento.

- Ayuda en cualquier tipo de transmutación emocional o mental.

- Rompe viejas estructuras de pensamientos y creencias, y favorece la reestructuración mental.

Verde positivo:

- Es un color limpiador.

- A nivel físico, es adecuado para trabajar el corazón y el sistema circulatorio.

- Relaja el sistema nervioso central.

- A nivel físico actúa desinfectando y desparasitando.

- Es ideal para eliminar bacterias y hongos, también aplicable en caso de virus e infecciones.

- A nivel emocional, libera el dolor consciente.

 

A la vista de este sorprendente cambio en las propiedades energéticas de la maqueta de la pirámide de 62 grados con respecto a la maqueta de la Gran pirámide (inclinación de 51.83 grados), me pregunté ¿qué pueden tener de especial esos 62 grados? Al repasar los cálculos realizados para construir la pirámide, me di cuenta de que uno de sus triángulos rectángulos tenía unas medidas aproximadamente enteras (Figura 7):

triángulo pitagórico casi exacto en la pirámide de 62 grados
Figura 7: En la pirámide de 62 grados el triángulo rectángulo formado por la apotema y la altura tiene unas medidas aproximadamente enteras. 

Ello me hizo encender la bombilla y pensé: ¿tendrán estas mismas propiedades energéticas otras pirámides que contengan una terna pitagórica exacta? ¿Y esa terna pitagórica tiene que estar necesariamente en ese triángulo de la pirámide? ¡Vamos a averiguarlo!

3.- Pirámides pitagóricas

Hasta ahora sabía que el triángulo pitagórico 3-4-5 tenía unas propiedades energéticas especiales, similares a las de los triángulos áureos: por su vertical emite una onda de forma Verde Positivo, junto con las componentes vital y espiritual. La presente investigación me ha llevado a probar con otras ternas pitagóricas y parece ser que esta propiedad es generalizable a todas ellas. En la Figura 8 tenéis algunos de los triángulos pitagóricos que he medido y lo cumplen. Todos ellos provienen de las primeras 16 ternas pitagóricas primitivas, aquellas cuyos lados son relativamente primos entre sí.

triángulo pitagórico casi exacto en la pirámide de 62 grados
Figura 8: Algunos triángulos rectángulos pitagóricos, construidos con ternas pitagóricas primitivas. Cabe decir que no es necesario que sus medidas sean números enteros exactos en cm. De hecho, si utilizásemos otra unidad de medida como por ejemplo la pulgada, su traducción a centímetros no sería un entero exacto, pero las propiedades serían las mismas. Lo que se debe mantener es la proporción entre los tres lados indicada por cada terna.

 

Una pirámide pitagórica puede definirse como aquella que contiene una terna pitagórica exacta en alguno de sus tres triángulos rectángulos (Figura 9): el que forman las aristas c con la altura h (T1), el que forma la apotema a con la altura h (T2), y el que forman la arista c y la apotema a (T3):

 

(a)

 

(b)

(c)

(d)

Figura 9: (a) Medidas características de una pirámide de base cuadrada; (b-d) los tres triángulos rectángulos distintos que contiene.

 

Las fórmulas que permiten calcular la relación entre la arista c y el lado de la base 2b para cada uno de los tres casos, así como el ángulo de inclinación α, son:

cálculo de la relación arista / lado de la base para un terna pitagórica
Figura 10: Fórmulas para calcular la relación entre la arista c y el lado de la base 2b para cada uno de los tres triángulos rectángulos T1, T2 y T3 de la pirámide, así como el ángulo de inclinación α.

 

En este estudio anoté las 16 primeras ternas pitagóricas primitivas (m,n,p) con hipotenusa p<100, y calculé la relación que debían tener la arista c con respecto al lado de la base 2b, así como el ángulo de inclinación α correspondiente, dependiendo de si la terna pitagórica estaba presente en el triángulo T1, T2 o T3. El resultado es el que se muestra en la Tabla 1:

medidas de pirámides con una terna pitagóricas primitiva en alguno de sus triángulos rectángulos

Tabla 1: Relación entre el lado de la base 2b y la arista c de la pirámide, y ángulo de inclinación α correspondiente, para las primeras 16 ternas pitagóricas primitivas, suponiendo que la terna aparece en el triángulo T1 (primeras dos columnas), en el triángulo T2 (siguientes dos columnas) o en el triángulo T3 (últimas columnas de la derecha). Lo primero que llama la atención es que la pirámide de 62.06 grados tiene la terna pitagórica básica 3-4-5 en el triángulo T1!!

Esta tabla permite calcular las dimensiones del lado de la base, conocida la longitud de la arista, si se quiere construir alguna de estas pirámides pitagóricas. Por ejemplo, para construir la pirámide de inclinación α = 51.521 grados, que tiene la terna pitagórica (28,45,53) en el triángulo T3, con una arista de longitud c = 33.5cm que es lo que medía mi palito de madera, se necesita un lado de la base 2b = 33,5 x 1,057 = 35,409 cm. O por el contrario, si lo que queremos fijar es el lado de la base, por ejemplo 2b = 30 cm, nos permite calcular la arista correspondiente, que en este mismo ejemplo sería c = 30/1,057 = 28,38 cm.

Examinando la Tabla 1, mi sorpresa fué mayúscula al descubrir que ¡¡justamente la inclinación de 62.06 grados da lugar a una terna pitagórica 3-4-5 en el triángulo T1!! Ello explica las propiedades de la pirámide de 62 grados que había construido, y que recomendaba Gurudas en su libro sobre esencias florales. La diferencia de 0.06 grados con el cálculo exacto de 62.06 mostrado en la tabla parece ser que no destruye la resonancia energética originada por la terna pitagórica: podemos observar que en una pirámide con una inclinación de 62.00 grados el triángulo 3-4-5 aún se aproxima muy bien (Figura 11):

triángulo pitagórico 3-4-5 en la pirámide de 62 grados
Figura 11: En la pirámide de 62 grados la terna pitagórica (3,4,5) se aproxima muy bien en el triángulo T1. 

Además, en la Tabla 1 también se observa que para un ángulo es de 61.93 grados, aparece una terna pitagórica en el triángulo T2, como habíamos observado de forma aproximada con la pirámide de 62 grados. Y para un ángulo de 62.126 grados, aparece una terna pitagórica en el triángulo T3. Esto se puede apreciar mejor si reordenamos los resultados por orden creciente de ángulo de inclinación:

medidas de pirámides con una terna pitagóricas primitiva en alguno de sus triángulos rectángulos

Tabla 2: Relación entre el lado de la base y la arista de la pirámide, ordenada por ángulo de inclinación creciente, para las primeras 16 ternas pitagóricas ubicadas en el triángulo T1, T2 o T3.

La conclusión es que alrededor de los 62 grados de inclinación, una décima de grado arriba o abajo, se producen tres ternas pitagóricas muy distintas. Tal vez por ello Gurudas recomienda usar 62 grados, puesto que un pequeño error de construcción podría no destruir las propiedades energéticas deseadas. Sin embargo, después veremos otro caso en el que unas décimas de grado hacen cambiar por completo la energía de la pirámide.

Para determinar si las propiedades energéticas de la pirámide de 62 grados se mantenían para otras ternas pitagóricas, medí algunas de las ternas de las tablas anteriores situándolas en los distintos triángulos posibles de la pirámide (T1, T2 o T3). Para hacerlo sin tener que construir todas las pirámides, utilicé unas mismas aristas, y dibujé en un papel el cuadrado de la base para cada caso en cuestión, siguiendo las medidas de las Tablas 1 y 2 (Figura 12). Entonces observé lo siguiente:

- Para todos los casos probados, se aprecia la misma emisión de energía que en la pirámide de 62 grados: Verde Positivo y Violeta con componentes vital y espiritual, tanto por el ápice como por los cuatro lados de la base, y a dos alturas equidistantes del interior de la pirámide. No sabría decir si el efecto es más o menos intenso dependiendo de si la terna pitagórica está ubicada en el triángulo T1, T2 o T3, pero en los tres casos está presente el mismo tipo de energía.

- Al mover los extremos de las aristas a un cuadrado ligeramente mayor o menor al marcado en el papel, la emisión de energía producida por la terna pitagórica exacta se pierde por completo, y la pirámide pasa a emitir Verde Negativo Eléctrico y energía vital negativa por su ápice.

(a)

(b)

(c)

Figura 12: Midiendo la componente (a) física, (b) vital y (c) espiritual de las ondas de forma producidas por una de las pirámides pitagóricas. Al desplazar ligeramente los extremos de las aristas fuera o dentro del cuadrado de la base, deja de producirse esta energía.

En la Tabla 2 también llama la atención la pirámide de 67.38 grados (Figura 5, izquierda), puesto que en ella coinciden dos triángulos pitagóricos con una gran exactitud. Mi sensación fué que en este caso los péndulos giraban con mayor intensidad. Preguntándolo con el péndulo neutro, obtuve una energía de 48.000 Bovis en la pirámide de 62 grados, frente a 55.000 Bovis en la de 67.38 grados. Sería muy interesante si álguien pudiera corroborar estos resultados.

Otro caso curioso és la pirámide pitagórica de 51.521 grados, que tiene una inclinación muy parecida a los 51.83 grados de la Gran Pirámide. Al medir esta pirámide, pude comprobar que efectivamente tenía la emisión de una pirámide pitagórica, y que al mover ligeramente las aristas hacia el interior hasta alcanzar las proporciones de la Gran Pirámide, las propiedades combiaban por completo a las que se esperan de esta última. Para una arista c = 33.5 cm, la diferencia en el lado de la base entre estas dos pirámides es de tan solo 2 mm, pero con ese pequeño cambio ¡¡las propiedades energéticas de la pirámide cambian como de la noche al día!!

Por último, me llamó la atención la pirámide de 53.894 grados de inclinación, que tiene la relación entre la arista y la longitud de la base más próxima a la unidad (o sea a un semi-octaedro perfecto) con 2b/c = 1.015. Con una arista c = 33.5 cm, la correspondiente longitud de la base es de 34.00 cm. Al medir esta otra pirámide, pude comprobar de nuevo las mismas propiedades de la pirámide de 62 grados. Es decir, alejándonos en este caso tan sólo medio centímetro de un semi-octaedro ideal, pasamos de tener un comportamiento nocivo con radiación de tipo Verde Negativo Eléctrico por el ápice, a tener una emisión de forma altamente beneficiosa de color Verde Positivo y Violeta, junto con las componentes vital y espiritual, tanto en el interior como en el exterior de la pirámide (Figura 5).

4. Conclusiones

Los resultados de esta pequeña investigación sugieren que la forma piramidal en realidad es un instrumento resonante muy sofisticado, concentrador y dispersador de energía sutil a distintos niveles. Un pequeño cambio en las proporciones de una pirámide, convirtiéndola en una pirámide pitagórica, hace que ésta pase de emitir una onda de forma nociva para la salud y el ambiente, a emitir una onda de forma completamente distinta que es altamente beneficiosa para la vida. Además existen medidas concretas, como el ángulo de inclinación de 67.38 grados, que parecen concentrar y emitir esta energía de una forma todavía más intensa, al coincidir en ella dos ternas pitagóricas al mismo tiempo.

Estos resultados pueden tener numerosas aplicaciones. Por ejemplo, las orgonitas de forma piramidal amplificarían su efecto si para su construcción se utilizasen las medidas de una pirámide pitagórica. Tener una maqueta de este tipo cerca nos puede ayudar a reequilibrar y purificar el ambiente, así como todo lo que pongamos en su interior. Tal como sugiere Gurudas, se puede potenciar el efecto de una pirámide añadiéndole un imán en cada esquina y una punta de cuarzo claro o blanco en cada arista. Una pirámide pitagórica de tamaño natural, además de armonizar enormemente el ambiente a su alrededor, podría utilizarse también como instrumento terapéutico, poniendo a las personas en su interior para reequilibrar sus cuerpos energéticos.

Última actualización: 24/8/2022

 

5. Referencias

[1] Adreiñua de Santiago, Elena: "El Péndulo Universal: Guía práctica de uso y aplicación", Ed. Hakabooks, Barcelona, 2018.

[2] Gurudas: "Flower Essences and Vibrational Healing", Cassandra Press, San Rafael, CA, 1989.

[3] De la Foye, Jean: "Ondes de vie, Ondes de mort", Ed. Robert Laffont, Paris, 1975.